martes, 3 de abril de 2012

45. MODERNIDAD Y DECORACION (4). EL CUADERNO DE AIZPURUA



José Manuel Aizpurúa tuvo una corta vida (1902-1936) con un final trágico, pero nos dejó un edificio moderno y singular junto al Ayuntamiento de San Sebastián que seguramente ya conoceréis por Historia.

Pero tan interesante como esta significativa obra o más, es para nosotros estudiar su forma de trabajar, su forma de diseñar, es decir, abrir su “cuaderno de ideas” y ver el impacto que el neoplasticismo holandés (Rietveld, Mondrian, Oud, la revista De Stilj, etc) tenía en el arranque de sus proyectos. 




Es con las ideas con las que luego se le va a dar coherencia y personalidad a un proyecto, y esas  ideas están en el corazón, en el pensamiento, y se expresan en dibujillos sencillos.

Lo otro, diseñar interiores poniendo y quitando cosas y colores con el sketch up es como jugar a casas de muñecas. Rellenaremos las plantas y las paredes pero a los proyectos les faltará siempre un alma, una vida interior.

¿Qué es lo que nos interesa de estos dibujillos? No ciertamente su carácter “artístico” sino esa proximidad a nuestro trabajo de diseñadores.

Vemos en ese cuaderno que Aizpurúa se había empapado de neoplasticismo y modernidad, que ya sentía el estilo de los nuevos tiempos y que en cada uno de sus proyectos esa idea o ese estilo lo iba haciendo personal.

Aizpurúa puede servirnos por tanto como ejemplo de que ser decorador es tener una idea decorativa y no andar poniendo una cosita aquí y otra allá como si jugáramos a casitas de muñecas. Ser decorador es dar personalidad a un lugar, a una casa, una tienda, un pequeño negocio, pero no “disfrazarlo” de traje regional o de pub irlandés.

Sí, ya sé que no es fácil encontrar la personalidad propia en el primer ejercicio complejo de decoración que hacemos en nuestra vida pero sí creo que es necesario saber desde el principio, que ese es el objetivo de todo decorador/creador que quiera ser bueno, auténtico y fiel a su tiempo.