El salón de la casa se convierte en un lugar lleno de vida
cuando tiene un grupo de asientos que pueden disponerse más o menos en círculo
para entablar una animada conversación.
En las casas modernas ese círculo de asientos se ha devaluado en semicírculo gracias a ese conjunto de muebles estereotipado llamado “tresillo” o aún más en la pieza única del sofá, que aparece generalmente relacionado en torno a una mesa baja o de café.
Si quieres que en torno al sofá pueda reconstruirse ese círculo de asientos que dé vida al salón, ten siempre a mano otros sillones, sillas y sofás, y cuanto más variados mejor pues los componentes de un grupo no necesitan todos el mismo tipo de asiento para estar juntos. En las casas es usual que cada cual tenga su sitio, o su sillón favorito.
La razón del deterioro del círculo de asientos está en que al
introducirse la televisión en las casas durante la segunda mitad del siglo XX,
ésta vino a ocupar el centro o el eje que poseía el fuego. El nuevo eje
sofá-televisión es el que ha protagonizado la organización del noventa y nueve
por ciento de los salones contemporáneos.