miércoles, 25 de marzo de 2015

123. PEQUEÑA GUÍA DE PALABRAS PARA HABLAR DE VUESTROS PROYECTOS




Primer curso de Diseño de Interiores. En el segundo ejercicio del segundo cuatrimestre les propongo diseñar la distribución de un bar-restaurante, y como ejercicio preparatorio y complementario les pido que cada alumno haga un pequeño reportaje de tres bares-restaurantes ya existentes con tres o cuatro fotos y (ojalá) con algún dibujo. Hacemos una puesta en común y cada alumno expone al resto de la clase los tres bares que ha visitado. Se produce entonces un grave problema a la hora de contar: los alumnos apenas tiene un mínimo vocabulario específico y se pierden en detalles más o menos irrelevantes. Ese mismo problema se reproduce luego cuando tienen que contar sus distribuciones, sus propios proyectos. Por ello es muy conveniente dotar a los alumnos de un mínimo vocabulario ordenado que les sirva de guía para contar, para valorar y también para diseñar.

1) Empezaremos por lo más fundamental: por hablar de los ESPACIOS, es decir, de la ARQUITECTURA.

Un diseñador de interiores en tanto que puede mover todo tipo de tabiquería, es también un arquitecto, un creador de espacios. Así que lo primero que tienen que saber hablar es de su GEOMETRIA. De sus formas generalmente ordenadas por la geometría: cuadrados, rectángulos, rectángulos aúreos, trapecios, espacios limpios, cerrados, maclados o abiertos y encadenados con otros espacios. etc.. E inmediatamente hablar de su ESCALA, de sus PROPORCIONES, tanto en relación con la escala humana o entre unos espacios y otros. Grandes, pequeños, acogedores, demasiado largos, agobiantes, desoladores, etc. Estos dos términos, GEOMETRIA y ESCALA son básicos y universales. Un poco más de andar por casa son otros dos términos con el que yo les propongo repensar los espacios una vez que han aparecido en ellos las puertas y ventanas: los PASOS y los REMANSOS. En alguna de las lecciones de dibujo creo ya haber hablado de los interesantes "planos o dibujos de desgaste de suelos" es decir, el reflejo de esas zonas de circulación que las puertas, ventanas y otros focos de interés crean en cada local definiendo a su vez unos espacios en negativo (o en positivo, según se mire) que son los REMANSOS, los rincones, los lugares de estancia, los gabinetes. Si el alumno de primero de diseño de interiores empieza a hablar de los locales que analiza con esos cuatro términos, GEOMETRÍA, ESCALA, PASOS y REMANSOS habrá dado un paso de gigante en su formación.

2) Después de hablar de los valores arquitectónicos entramos en materia de DECORACION.

El vocabulario básico se diversifica y multiplica cuando tratamos de decoración así que es preciso poner un poco de orden y empezar por hablar de algo tan elemental como el COLOR: la paleta usada que dicen los pintores o el color básico; el color que predomina en el proyecto o local y los colores complementarios que juegan con él. Y tras el color, las TEXTURAS. No es cuestión de insistir en que la construcción se produce mediante una adición y repetición de piezas pequeñas, así que tras la atención al color interesa mencionar los paramentos donde el elemento visual por excelencia sea las texturas. Colores y texturas que muchas veces nos ofrece la naturaleza de los MATERIALES con los que se construye, aunque no siempre porque casi todo material puede ser tratado superficialmente, pintado o revestido por nuevos materiales cambiando los significados. Descrito o explicado el marco general espacial y decorativo, sería de desear que el alumno supiera detectar aquellos PUNTOS DE ATENCION que focalizan y concentran las atenciones: un cuadro, una marca, un fuego, un punto de servicio, un mostrador, etc. Y a partir de ahí ya podríamos tratar de asuntos como el CONCEPTO general de bar, el ESTILO, su TENDENCIA, su tipo de propuesta de IMAGEN etc.

3) Lo he dejado para el final porque es lo más obvio y elemental, pero es de lo primero de lo que hay que hablar: de la UBICACION del local, aunque sólo sea como información y porque no es lo mismo estar en un casco antiguo que en una zona nueva de la ciudad; la ORIENTACION, con lo importante que es el sol y las sombras, el norte y el sur, y el CONTEXTO, los vecinos, la vida, las gentes de la zona.

Y ya vale, porque si seguimos podríamos volver a perdernos entre tanta cosa. No siempre hay que contar las cosas en el mismo orden (no todas las narraciones tienen que seguir una secuencia temporal) pero sí que es imprescindible que los alumnos sepan manejar este mínimo repertorio de términos a la hora de hablar de un local o de contar su proyecto. Y que lo practiquen una y otra vez.


jueves, 5 de marzo de 2015

122. "LO CASTIZO" frente a "LO DISEÑO"


Es filosofía del plan de estudios de la Esdir iniciar a los alumnos cuanto antes en los grandes temas de diseño de su especialidad. Y así, en proyectos básicos de Diseño de Interiores de primer curso, tras empezar por una distribución de espacios en una vivienda de 70 m2 y otra de 140 m2, abordamos el que posiblemente sea el gran tema de la especialidad de Diseño de Interiores: los BARES Y RESTAURANTES, esos espacios semipúblicos que tienen el carácter de pequeños templos de la convivencia de un barrio, o que incluso tienen o le dan carácter a toda una ciudad.

Aunque el primer ejercicio se centra en organizar sus espacios, diseñar correctamente los aseos (v PLD 44) y proponer las primeras imágenes para sus fachadas, lo cierto es que la primera tarea de todo diseñador ante el encargo de un bar/restaurante es observar y valorar los bares de su ciudad y los bares famosos de la historia del diseño. Adquirir una "cultura" de bares.

Y dentro de esa cultura, parece conveniente establecer o poner en común algunos términos que sirvan de referencia para la comprensión del carácter de estos espacios singulares, de estos pequeños templos de la ciudad. Etiquetas, como se diría ahora en términos de búsqueda de internet, que nos permitan entender y acaso valorar la esencia espacial y decorativa de cada uno de esos lugares.

Las dos primeras etiquetas que ofrezco son las que encabezan esta pequeña lección: LO CASTIZO frente a LO DISEÑO. Todo bar nace de una serie de decisiones de sus dueños y decoradores, pero frente a estas decisiones personales o individuales, algunos bares logran adquirir con los años una "solera", una especie de carácter "tradicional" que los convierte en bares "de toda la vida", bares enraizados con los tics de la arquitectura popular de una zona o de una época, que todo alumno de diseño debe aprender a entender y valorar. Los bares "castas" o "castizos" tienen un encanto especial que generalmente es más valorado por la gente de fuera que por la gente del propio lugar, más apreciados por la gente que viene a conocer la esencia de una ciudad que por la gente que se ha acostumbrado a lo que tiene y no lo sabe apreciar.

Pero una vez valorado "lo castizo" como lo "auténtico", lo "genuino" de una ciudad, lo más fácil es convertirlo en una máscara, un disfraz. Lo "castizo" se genera gracias al tiempo, al uso, a las huellas de la gente que ha ido dando vida a un bar, no a las decisiones de un diseñador que interviene imitando los tics formales de ese tipo de lugares. Por ello, frente a "lo castizo" hay que aceptar "el diseño" como una actitud mucho más modesta, como una actitud creadora de un embrión que ojalá con el tiempo logre convertirse en "popular".

No suele ser lo normal. Los bares "de diseño" tratan de competir con los bares tradicionales exagerando sus rasgos formales, su "tendencia", su "modernidad" o su "temática", llegando muchas veces a rayar en lo que se entiende como "kitsch", hortera, falso, pretencioso, vulgar o pijo. Una de las primeras etiquetas que tiene que aprender a usar un alumno de diseño es la del "kitsch". No es fácil. Hay muchas interpretaciones del fenómeno kitsch, pero en general todas tienen una connotación negativa. Sólo cuando lo kitsch sobrevive y se hace duradero empieza a adquirir cierto valor positivo. La decoración más próxima al concepto del disfraz o de lo falso no puede ser duradera, no puede ser genuina o auténtica salvo que resista al paso del tiempo, lo que no suele ocurrir.

En los bares "castas" y "genuinos" el diseño originario se ha hecho imperceptible. Como decía Bruno Munari analizando el atril, el gran diseño suele ocurrir precisamente cuando no se ve. Se diría que frente al valor del buen uso y del paso del tiempo el diseño inicial se ha quedado oculto o en segundo plano. En los bares "de diseño" ocurre lo contrario. Cuando el diseño hace exhibición de sí mismo se convierte en una anécdota, en un tic, en un guiño. Nada peor para el buen nombre del diseño que ese carácter superficial que a veces adquiere "el diseño" en esos bares que llamamos "de diseño". Nada mejor para el alumno por lo tanto, que detectarlo desde el comienzo de sus estudios.