viernes, 30 de marzo de 2012

30. MALLAS



No confundir con las medias tupidas que nos ponemos para hacer deporte, no tener frío o estar más sexy. Las mallas en nuestro oficio son esas cuadrículas que a veces usamos para ayudarnos a proyectar porque nos quitan el miedo al papel en blanco y nos dan una buena referencia de las medidas.

Aquí tenéis por ejemplo a una compañera ayudándose a proyectar con una malla:


Pero el problema de las mallas es que se conviertan en “modulos” porque entonces nos salen proyectos muy rígidos. Como vemos en el dibujo, Nerea ha usado una malla de 1 metro y todo en la casa (excepto un ligero desplazamiento de tabiques en el hall) es múltiplo de un metro, lo que no augura nada bueno.

Las mallas sirven para orientarse al principio pero si se siguen mucho, se acaba siendo esclavo de ellas y anquilosando el proyecto. La mejor manera de que no nos condicionen mucho es dibujándolas débilmente, que casi no se vean.