miércoles, 28 de marzo de 2012

27. ¡MALDITOS PILARES!


Es lo que dicen los malos decoradores cuando abren la puerta y los ven. Los pobres, no saben qué hacer con ellos. Han olvidado que las columnas fueron el signo de la arquitectura y no se han preocupado por pensar cuál puede ser su posición en la configuración de un espacio. Por eso, la mayor parte de las veces tienden a ocultarlos, a esconderlos entre tabiques o en armarios.


Pero como los tabiques modernos son tan delgados, los pilares suelen seguir ahí, en los rincones entre tabiques o a mitad de pared, molestando como si fueran granos.

Fijaros bien que lo único que veis en el interior de ese gran espacio de 120 m2 son dos pilares y recordad que en la asignatura de Composición ya hicisteis un ejercicio de “decoración” de un pilar. Igual os sirve para algo. Por lo menos, para no decir: ¡malditos pilares!