Cuando el alumno se enfrenta por primera vez a la tarea de diseñar la planta de una vivienda suele expresar su miedo al diseño mediante dos tipos de dibujos que, para desdramatizar un poco, los suelo llamar "barajillas y carcasas".
Pensando que van a realizar varios y variados diseños antes de escoger uno, los alumnos principiantes suelen ponerse a dibujar varias veces el plano vacío donde tienen que realizar su proyecto. Cierto que hay que observar y analizar el espacio en el que se va a a trabajar (véase PLD 67: HABLA CON EL) pero lejos de ese análisis (mediante ejes, mallas, etc.) lo que suelen hacer los alumnos es dibujar repetidamente la misma planta vacía (la misma CARCASA, les digo) sin más, como demorando el momento en que se tienen que poner a diseñar.
Muchas de estas carcasas se suelen quedar vacías para siempre pero cuando no es así, lo que se observa es la realización de una larga BARAJILLA de planteamientos ante la que los propios alumnos se ven incapaces de tomar una decisión. Lo normal en tal caso es que vengan a preguntar al profesor cuál de ellas le gusta más...
Ni que decir tiene que un profesor de diseño no debe caer en la trampa que le ha tendido el alumno. Enseñar a diseñar consiste en decirle al alumno que es él quien debe tomar sus propias decisiones y quien debe dudar de sus propias decisiones en un proceso evolutivo (o de negociación, como decíamos en PLD 31) que va pasando por el trabajo a varias escalas. En el caso de una planta de vivienda, el sketch mínimo, el 1/100, y el 1/50.
Pues bien, no se lo van a creer (bueno sí, porque los que me leéis sois estudiantes o profesores de diseño y sabéis muy bien a qué me refiero) pero por mucho que les digo que no quiero que hagan ni CARCASAS ni BARAJILLAS, a veces me encuentro con que antes de ponerse a trabajar sus bocetos a escala 1/100 o a escala 1/50... ¡hacen o preparan mediante fotocopias otras colecciones de carcasas!
Por decirlo de otro modo: cada "carcasa" vacía es un DIBUJO MUERTO.