En la pequeña lección de diseño número 6 tratamos de los términos básicos de la COMPOSICION y al final dejamos pendiente el análisis de los "marcos de composición" algo de lo que, al nivel más complejo de diseño de interiores, ya traté en la PLD 67 titulada "HABLA CON ÉL". Pero para un ejercicio más sencillo como puede ser diseñar una portada o pintar un cuadro, bien estaría fijar otros pocos términos fundamentales.
Un ejercicio muy sencillo es comparar el valor del CENTRO, de los EJES, de los BORDES o de las cuatro ESQUINAS en tres marcos o soportes básicos de composición: el rectángulo apaisado, el rectángulo en vertical (folio) y el cuadrado.
Por ser lo más sencillo, empezamos por este último, el cuadrado, donde el CENTRO adquiere un valor compositivo muy superior que en los otros dos.
En el rectángulo apaisado (o simplemente PAISAJE) el centro y el eje vertical pierden fuerza respecto del borde inferior del marco, que por semejanza con nuestra percepción gravitatoria adquiere mucha mayor relevancia (o un poder de imantación mayor).
En el rectángulo vertical es fácil advertir la pérdida de fuerza del borde inferior del marco mientras que el EJE CENTRAL VERTICAL se convierte en el elemento protagonista o vertebrador de la composición. Ahora bien, cuando se trata de una portada y no de un cartel, el borde derecho adquiere un gran poder de atracción (o de imantación) que tira hacia sí del eje vertical. Y lo mismo pasa con la esquina inferior derecha, que por ser el punto final de nuestra forma de escribir, adquiere un poder de atracción o de imantación superior a las otras tres esquinas.
A poco que seamos conscientes de las "demandas" de esos tres soportes, ya podremos abordar cualquier composición con mayores garantías de éxito en la unidad o armonía que empezando a poner cosas en ellos sin ton ni son.